Igualmente, y tal y como también ha comunicado el Ministerio del Interior, se ha reducido el número de accidentes mortales, que han pasado de 236 a 200.
Si bien es cierto que, a priori, las cifras pueden no resultar especialmente significativas, según han indicado las fuentes oficiales, es un claro síntoma de que se está yendo por el buen camino para evitar los accidentes y reducir cada vez más el número de fallecidos en carretera.
No obstante, cabe mencionar que, aunque se han reducido estos parámetros, ha aumentado el número de accidentes con múltiples fallecidos –es decir, fallecen más personas en un solo choque- y destaca que las carreteras secundarias siguen registrando la mayor siniestralidad –han sido el escenario de hasta un 75% de los accidentes mortales-.
Por otra parte, la estadística incide también en el hecho de que un 49% de los vehículos implicados en los accidentes tenían 10 años o más. Un porcentaje que aumenta hasta el 57% si se tiene en cuanta a los ocupantes fallecidos. Una cifra que justifica, entre otras circunstancias, la importancia de renovar el parque móvil para adaptarlo a las condiciones actuales del tráfico, y de revisar constantemente el ya existente para evitar cualquier tipo de fallo mecánico.
Igualmente, se vuelve a hacer especial hincapié en emplear las medidas de seguridad que deben llevar obligatoriamente todos los vehículos. No en vano, 17 de los 110 fallecidos en turismos no usaban el cinturón de seguridad, uno de los 4 menores de 12 años no portaba ningún sistema de retención y tres motoristas de los 46 que han perecido tampoco llevaban casco.