Pasear con un coche descapotable en invierno ya no es un sueño imposible de cumplir. Los avances tecnológicos que se han ido desarrollando en el sector del automóvil han hecho posible que el aire o el frío dejen de ser un problema y se pueda viajar en cualquier época del año con la capota completamente plegada.
Así, marcas tan reconocidas como Audi o Mercedes han incorporado a sus modelos un sistema denominado Airscarf –literalmente, bufanda de aire- gracias al cual el conductor y el copiloto reciben en todo momento un agradable aire cálido a la altura del cuello.
El Airscarf llega para completar el sistema de calefacción del vehículo –y sus asientos completamente calefactados- y generar una temperatura constante dentro del habitáculo que contrarresta el frío exterior –siempre que la temperatura no descienda de los 10 grados centígrados-.
El diseño también juega un papel importante en este novedoso sistema, ya que la profundidad de la luna delantera tiene que estar en perfecta conjunción con las ventanillas laterales para que el conductor no reciba el roce del aire aerodinámico.
Igualmente, las mejoras en el aislamiento del habitáculo que han realizado los ingenieros de la marca Mercedes permiten que se pueda circular a una velocidad de 120 km/h sin que la lluvia fina entre dentro del vehículo.
No obstante, y en caso de que realmente el frío sea muy intenso o la lluvia demasiado fuerte, lo interesante de los modelos descapotables es que ofrecen la posibilidad de desplegar la capota sin necesidad de parar el vehículo.
Y de los dos tipos de capotas que existen en el mercado, textiles y rígidas, la mayoría de las primeras permiten su despliegue en marcha siempre que la velocidad no supere los 45 km/h. Por el contrario, el mecanismo algo más pesado de las rígidas, como en el caso del Mercedes SL, impide que se active a más de 8 km/h.
Foto: Rent a car Las Rosas