El alquiler de vehículos eléctricos parece que continúa siendo una asignatura pendiente en España. Pese a que la venta de este tipo de automóviles se mantiene más o menos estable e, incluso, aumenta ligeramente –en 2012 se registró un incremento de casi un 30% gracias a la adquisición de 107 unidades más que en 2011, cuando se compraron 377 vehículos- aún no son muy numerosas las empresas de renting que apuestan por ofrecerlos como un servicio más.
Actualmente, el respeto por el medio ambiente y la búsqueda de una mayor sostenibilidad son algunos de los valores que están permitiendo que muchos negocios encuentren nuevas posiciones en el mercado.
Sin embargo, el precio algo más elevado de los coches eléctricos, así como la escasez de puntos de recarga de baterías que aún presenta el país, limitan, inevitablemente, su presencia en las carreteras.
Pero, ¿cambiaría la situación si aumentara el número de estos puntos de recarga o si, directamente, las carreteras dispusieran de un sistema de tecnología wifi que permitiera la recarga de las baterías?
De momento, no parece viable que esta tecnología pueda llegar pronto a España, pero en Seúl (Corea del Sur), ya han conseguido que algunos autobuses que realizan diferentes recorridos por un conocido parque de atracciones de la ciudad circulen con un sistema de bucles instalado en su estructura. Gracias a ellos, y los cables que se ubican bajo la carretera, se crea un campo electromagnético que les suministra la energía.
Además, al suministrar la electricidad de forma externa, cualquier vehículo que incorpore esta tecnología reduce notablemente el espacio que normalmente se dedica al almacenamiento de las baterías hasta en una quinta parte. Así, además de mejorar la autonomía en los viajes, aumenta la confortabilidad del habitáculo en todos los sentidos.