El leasing es un producto financiero que está destinado únicamente a empresas, principalmente de transportes, que desean crear o renovar una flota de vehículos con rapidez y de forma económica. El leasing de vehículos es para uso estrictamente empresarial. La principal ventaja es que no tienes que hacer un desembolso importante para hacerte con el vehículo, ya que lo adquieres mediante un contrato de alquiler con opción a compra al final del mismo, pero que si no quisieras comprarlo podrías cambiarlo por otro y comenzar un nuevo contrato.
Uno de los inconvenientes del leasing es que no es muy flexible, ya que los contratos se hacen con una duración de entre dos y cuatro años, así que antes de conseguir un vehículo con este sistema debes asegurarte de que lo vas a necesitar durante ese tiempo. A pesar del inconveniente, tiene la gran ventaja de que aporta una gran seguridad, ya que el leasing está totalmente regulado y tutelado por el Banco de España. Además, es más barato que el renting, aunque su alquiler no incluye el mantenimiento ni las reparaciones que se necesiten durante el tiempo que dure el contrato. Las cuotas deben ir especificadas en el contrato.
Otra muy buena ventaja del leasing es su fiscalidad. Las cuotas se consideran gastos deducibles para la declaración de la renta que haga la empresa. También son deducibles las cuotas correspondientes a la recuperación del coste del vehículo, con un límite del triple del coeficiente Massimo de amortización. Frente al renting, el leasing se trata de una operación financiera más que empresarial.
Foto: National Atesa